Hace muchos años, alguien me dijo que era momento de abrir mis alas y ser la líder que estaba destinada a ser. ¿Líder yo? ¿La responsabilidad de otros sobre mi? ¡No, gracias!. Hoy parece que liderazgo es una palabra que aplica a todos, pero quizá no estés sintiendo llevar la batuta como algo amoroso, fácil ó ligero, quizá hoy no estés encontrando cómo acompañar a otros sin dejarte al último,
sin sentirte incongruente por pedirles algo que hoy no haces ó no sientes.
Quizás no dimensionaste que un día serías ejemplo y otros te seguirían creyendo que tu tienes todas las respuestas y que eres quien los llevará a donde quieren ir. Pero, ¿y si no es llevarlos sino acompañarlos?, ¿y si no es responsabilidad sino reflejo? ¿y si también tú recibes, pides ayuda y te dejas acompañar?
En Astrología, Capricornio es el signo del éxito, ese que nos habla de la paciencia, la perseverancia, el compromiso, el cumplir con el deber ser, está representado por una cabra de monte, que si la buscas en google ó en National Geographic, verás ahí en la cima de una montaña, sola, en un trozo de tierra minúsculo donde apenas y caben sus patitas. Crecimos con esa idea como referente de liderazgo, con esa idea de que el éxito de aleja de lo que amas y de quienes amas, de que los precios a pagar son muy altos y que es sólo para unos pocos, que es un camino muy serio y frío, que no todos llegan y que es muy difícil.
Cuando llegué a puestos de «alto liderazgo» me sentí sola, no sostenida y mucho menos acompañada, me parecía padrísimo lo que los demás veían de mi vida y de mis resultados, pero horrible cómo me sentía. ¿Y si en lugar de inspirarme en la cabra de monte me inspiro en el vuelo de gansos? Los gansos van intercambiando la punta, hay ritmos, hay pausas, el líder pasa al final de la formación cuando se cansa, cuando se enferma ó cuando requiere que otro tipo de personalidad haga más profundo ó más expansivo ó más creativo el rumbo, (al menos así me lo he contado yo), acompañar y dejarme acompañar, inspirar y abrirme a que otros me inspiren, abrir mi círculo, confiar en mi tribu, crear una red de líderes con poder personal, con capacidad infinita, con sueños, miedos y amor.
Liderar es abrir el camino, atreverme a dar el paso, darme permiso de brillar y destacar y atraer reflectores, sabiendo que todos podemos, que todos queremos, que cada quien lo haremos diferente, que mi liderazgo es único, pero que ese es el regalo, ¡ el de todos lo es!. He resignificado a capricornio como la energía que me habla de qué tan comprometida estoy conmigo, con lo que sueño, en con cuánta tenacidad me levantaré para ir a rumbos inexplorados y cuánta paciencia pondré en el proceso sin pretender controlarlo.
Sólo tú sabes de dónde vienes, sólo tú sabes aquello que mueve a esa cabra terca, obstinada y controladora que vive dentro de ti y que te dice que tienes que llegar y lograrlo. ASí que eres la única que puede resignificar cada paso y elegir cómo quieres llegar, cómo quieres sentirte, qué ya es sólido, qué puedes aprender, qué puedes soltar, a quién estás inspirando, de quiénes te estás rodeando, a quiénes estás siguiendo, cuánto estás confiando. Te dejo un focusbook para la exitosa líder que disfruta de ponerle orden a sus metas y comprometerse con hacerlas realidad.