Quizá crees que eso de emprender no es para ti, que es muy difícil, que es mejor tener un «ingreso seguro», hacer lo que ya sabes ó mantenerte siendo parte de la escuela de los que estuvieron antes de ti, quizá tus papás, tu pareja, tus amigas ó tu entorno te dicen que no te arriesgues, que te quedes como estás, que la época está muy difícil, que no hay opciones, que vas a tener que competir contra quien sabe más,

que te van a hacer la vida difícil y un sin fin de etcéteras. Quizá eres de las que ya se atrevió a emprender y descubriste que no está tan fácil como te imaginabas, te volviste la directora de orquesta y resulta que ahora eres todóloga, pero por hacer de todo, no te enfocas en lo importante y dudas, te culpas, te paralizas, temes y parece más fácil darle a los demás ó a tu impostora la razón.

Me gusta decir que es un camino de valientes, de quienes se atreven con todo y miedo, con todo y dudas, de quienes conectan con su PARA QUÉ y descubren que aquellas experiencias que quieren vivir, aquello que quieren sentir y que los demás sientan a través de sus productos y/ó servicios, es más poderoso que la voz que dice que no. Emprender es atreverte a cuestionarte, es atreverte a confrontarte, a romper tus propios límites, es una competencia contra ti misma, es un horno donde entras como carbón y te transformas en diamante.

La que más crece, la que más aprende, la que más suelta, la que más se expande eres tú y a través de lo que vas caminando, vas atrayendo a tus clientes, a tu tribu, a quienes te ven como «regalo», a quienes te ven como esa que escuchó sus dolores, sus quejas ó sus sueños y tiene justo lo que ellos necesitan.

Entonces descubres que tu servicio es sagrado, que eso que has hecho y dejado de hacer, vale la gloria de ese instante, resulta que romper con tus patrones saboteadores, rinde frutos, resulta que hoy puedes crear de formas creativas y dejar una huella amorosa, mágica y poderosa en cada persona que cruce con tus creaciones.

Resulta que eres una solucionadora, alguien que escucha, que empatiza y que ofrece sus dones, talentos y corazón a los otros a través de quien es y lo que ofrece. Resulta que emprender es un regalo de amor a tu vida, de honrar la vida de todos los que te acompañaron a llegar aquí. Entonces parece que la valentía de emprender, es darle valor a la voz de tu corazón y elegir todas las veces hacer de lo ordinario, algo extraordinario.

¿No te parece un regalo disponible para ti? ¿Encuentras cuan afortunada eres por hoy tener esa posibilidad, esa libertad y esa satisfacción? Si aún hay mucho que transformar para poderte sentir así, te invito a escuchar mi podcast.